lunes, 29 de agosto de 2016

Visibilidad en el espacio











































Melena madre en la Tierra,

un útero que habla desde cualquier distancia,

vacía oquedad llena de sueños y principios

hacia la que atraen los cariñosos brazos de roble,

suaves y firmes como una espada de algodón

mientras tu dedo cierra mis labios

como una pluma,

condensando en chispas

la sal embriagadora de tu boca.

Un gesto,

todos los gestos,

salen de su mirada parda

y así es como veo a la dama suave

con su decimonónica desnudez

siempre sonriendo con labios de esperanza,

semirreclinada en el diván de la vida,

donde la oscuridad envuelve nuestro abrazo.



Quiero perderme en lo que digo,

quiero creer que estoy en lo que escribo

para no salir disparado al espacio.



No sé cuantas veces he tocado la tapadera de la Tierra

ni echo de menos las conversaciones visuales de los gases

cuando queda tanto que descubrir aquí abajo,

en las tormentas de átomos convertidas

en relámpagos de vidas ruidosas, inconexas,

intentando y creyendo llegar siempre a alguna parte.

Los padres duermen simétricos como estatuas egipcias

mientras los hijos se sienten como sedimentos de los titanes,

desparramados,

formando parte de un trazado imposible de sangre y esperanzas,

el laberinto que conforma el mapa de la existencia.

Yo intento comprender su diseño

siendo aplastado por sus cimientos

y construyendo los míos en el aire

para que mis gritos solitarios

sean devueltos con respuestas,

mientras espero caminando en la niebla.



Las espirales de humo cifrado se abren a veces

dejándome ver los fotones que forman,

los intentos de forma que andan.

Miro con mi silencio,

más allá del mar de confusión cotidiana,

y veo tus ojos proféticos,

tu arcada de cariño,

lejana y cercana como un campo humano,

inútil intentar enmarcarla

en ninguna de mis observadoras ventanas.

El mar de vivencias se ha encrespado

y por fin filtra al caduco espectro luminoso

la luz sensual de la sal ocre de tu cuerpo,

con la solemnidad de una mesa de roble cárnico,

una espalda desnuda puerta a tu sonrisa

que me mira escalando la cima de tus hombros,

los caramelos de tus ojos

viajando hacia los que creo míos,

impulsados por el viento de tu melena

que estremece mi piel siempre aturdida

y me hace sentirme sentado

en el concreto y terráqueo planeta

al que das forma y en el que te sientas.

Visibilidad en el espacio -
CC by -
Jose Ángel Conde Blanco
 






Foto:
-Fotografía de Rik Garrett, perteneciente a la serie Earth magic